Las mamás agradecen la ayuda que llega
Las jóvenes mujeres que participan del programa Defensores de Mamás agradecen toda la colaboración que los voluntarios les brindan y se abren a contar sus experiencias enriquecedoras en cada encuentro que tienen los sábados por la mañana en el “hospitalito” de Conin, en el Rincón de Milberg.
Por medio de charlas, las madres aprenden más sobre su sexualidad, el embarazo y el cuidado del bebé; además, participan de talleres que buscan ayudarlas a desarrollar habilidades para encontrar salidas laborales y mejorar el cuidado del hogar.
Luego de tres encuentros, las madres aprendieron sobre el cuidado del cuerpo y las etapas de gestación del embarazado. A través de una propuesta interactiva y acompañada con videos e imágenes, las mamás aprende y además se acompañan entre sí a la espera de sus hijos.
Cristian, uno de los voluntarios del programa, describe el efecto que Defensores de Mamás genera en las mamás: “Las mamás están prendidas e interesadas en lo que ven y aprenden. En la charla sobre los períodos de gestación, se tocaban la panza y parecía que se conectaban con su bebé al reconocer la etapa del embarazo en la que se encuentran”.
Los encuentros también sirven para crecer en lazos y así poder salir adelante. Cristian lo cuenta así: “Me quedó grabado el testimonio de una mamá que estaba esperando el séptimo hijo. Ella nos dijo que quiso a los primeros, pero a la sexta –de la que se enteró cuando estaba de seis meses- no la buscó y pensó en abortar”.
“Pero con ayuda –agrega Cristian- logró salir adelante y ahora tiene una beba hermosa que se llama Matilda. Y es impactante salir luego de la charla y verla a Matilda ahí, jugando… es el testimonio más impactante de la ayuda que estamos brindando”.
Lo que más me sorprende es la relación que se establece entre mamás y voluntarios. “Ellas nos cuentan cómo quedaron embarazadas, como fueron sus embarazos, cómo los crían, qué esperan de sus hijos, qué esperan del padre. Que se abran con vos, que sos de afuera, pero al mismo tiempo venís a dar una mano, es algo que reciben muy bien”, resume Cristian.
En el último taller, las mamás aprendieron sobre tejido: aprendieron las técnicas de costura, cómo hacer distintos puntos, y finalmente, se llevaron ovillos y agujas para continuar trabajando en casa.