“Donde se pone el corazón, se compromete la vida”
Celeste y Eliana son voluntarias del Programa “Mi Primera Cuna” en Buenos Aires. Apasionadas por lo que hacen, participan de cada encuentro como si fuera el primero. Son dos valiosas personas que forman parte del numeroso equipo de voluntarios que todos los sábados asiste al barrio para encontrarse con las mamás. ¡En esta nota, compartimos sus experiencias!
Celeste Ladislao: “Siento que lo que hacemos vale la pena”
“En el 2015 me dieron ganas de empezar a formar parte más activamente de alguna ONG. Empecé a buscar y a averiguar un poco. Encontré muchos amigos y conocidos que ya estaban participando de Frente Joven y en un principio pensé en sumarme al área de RRHH. Pero inicialmente fui un sábado al proyecto "Mi Primera Cuna" en San Isidro y me gustó tanto que me quedé”.
Así comenzó Celes su voluntariado en el Centro de Tigre, donde actualmente se desarrolla este proyecto. Dos años después, su entusiasmo se mantiene intacto: “siento que lo que hacemos vale la pena. Hay sábados de frío, de lluvia, de viento, y las mamás vienen igual. Eso te llena el corazón, porque si no les sirviera lo que hacemos, preferirían quedarse en su casa y no lo hacen”.
“Realmente podemos aportar mucho a las mamás, sobre todo compañía, un espacio para hablar de ellas mismas, de cómo se sienten, de cómo transitan su embarazo. También las ayuda ver que las otras mamás pasan por las mismas experiencias que ellas”, expresa Celes.
"Mi Primera Cuna" inició en el 2014 y a lo largo de los años fue creciendo en organización y también expandiéndose a nuevas sedes. Este crecimiento es vivido por todos los voluntarios que año a año renuevan su compromiso con las mamás y con el proyecto. “Creo este Programa tiene un potencial muy grande para poder cambiar la realidad, y también creo que hasta ahora, a las mamás que ya participaron, les cambió la manera de transitar el embarazo y en muchos casos también su autoestima y la valoración que hacen de ellas mismas”.
Celes puede ver muchos logros en cada mamá, y también en el grupo de voluntarios: “¡Es lo más!”, asegura. “Todos trabajamos, estudiamos, vivimos lejos (¡algunas demasiado lejos!) y sin embargo todos destinamos tiempo y horas de sueño para que el sábado salga increíble. Si alguno falta al encuentro, estamos igualmente todos conectadas, atentos a la actividad, a que todo salga bien. Todos le ponen un amor enorme a lo que hacen, desde ir a comprar algo que haga falta, hasta preparar una charla. El resultado es un equipo excelente”.
Eliana González: "Estoy en un grupo, al cual siempre quise pertenecer”
“Todo comenzó por mi intención de trabajar con los Derechos del Niño, tema que siempre me movilizó: fue así que buscando, encontré por internet a Frente Joven y no dudé un segundo en contactarme. Me pareció una idea hermosa y de constante aprendizaje para mí desde el momento uno”.
Eli recuerda con mucha felicidad sus comienzos en este proyecto. Ella es otra de nuestras perlitas que realiza el voluntariado, pero en el Centro ubicado en San Isidro.
Para cada voluntario, el proyecto es motivador de muchos momentos únicos junto a las mamás. Eli recuerda con una enorme sonrisa dos encuentros que para ella fueron especiales. “Uno fue el primer día que fui a San Isidro, una cosa es que te lo cuenten y otra es vivirlo. Ese día sentí el compromiso de seguir”. También recuerda que “otro de los momentos más increíbles fue el día que entregamos la primera cuna de este año: vi en la mirada de esa mamá mucho cariño y agradecimiento”.
“Creo que estamos generando cambios, lo veo en las mamás, en el interés y el respeto que tienen con nosotros, con los temas que se brindan módulo a módulo, por su participación, su demostración de atención y ganas de aprender”.
Cada sábado para ella es especial: “siento mucha alegría en el corazón y es reconfortante. Siento que ellas nos necesitan y nosotros estamos para ayudarlas”.