“Me gustaría que Defensores de Mamás sea una política de Estado”
Juli Lobo es encargada de Comunicación de Frente Joven Tucumán. Desde el 2013 participa de las actividades y siendo licenciada en Comunicación Social, aporta sus conocimientos a esta causa. Forma parte del grupo de voluntarios que cada sábado llevan adelante Defensores de Mamás en la sede. Además, es mamá de una beba hermosa, Rosarito, motivo que hoy la conecta de manera muy especial con DDM.
Todo comenzó hace 3 años atrás, cuando participando de las actividades que organizaba Frente Joven, se lanzó la propuesta de, en ese entonces, el nuevo proyecto Defensores de Mamás. “Nos permitía involucrarnos de manera directa con la realidad que nos ocupaba y decidí que era el momento y que quería hacerlo”, cuenta Juli.
“Creo que mi aporte está en el contacto con la mamá, en ser su oído y su hombro”.
Defensores de Mamás se encuentra actualmente en Buenos Aires, Mar del Plata, Mendoza, San Juan y Tucumán. Cada sede tiene una realidad que afrontar, y un grupo de madres con sus necesidades y características. En este sentido, Juli nos cuenta que Tucumán “es una provincia que particularmente se ocupa de la problemática de la mortalidad materno infantil, pero tenemos tanta ignorancia dentro de nuestra provincia, que muchas veces el trabajo que realizan los políticos queda en la nada, porque la gente no lo sabe o no lo conoce”.
“Creo que si educáramos a nuestra sociedad ¡claro que podríamos cambiar la realidad!”.
Juli también recuerda su mejor momento vivido durante el proyecto: “fue el primer cierre de Defensores de Mamás en el Corte, hace ya varios años, donde pasamos un gran día en familia. Ahí entendí que esa gente, nuestra gente, nos necesitaba y nos esperaba con los brazos abiertos. No había más opciones, teníamos que salir a su encuentro”.
“Contención, educación y futuro”, son tres pilares fundamentales que destaca Juli de Defensores de Mamás.
Al mismo tiempo, recuerda un momento que la hizo reflexionar acerca de la importancia que tiene DDM en la generación de espacios que permitan comprender a la madre y acompañarla. En este aspecto, comenta que “el año pasado tuvimos una charla con las mamás. Hablamos del rol de la mujer en cada uno de los espacios en los que se desempeña. Salían frases crueles que incluían palabras como inútil, sola, fea, entre otras. La verdad es que me impresionó ver el lugar donde se ponía cada una. Claramente las mujeres hemos sido descuidadas por la sociedad y en esta actividad pude conocer la autoestima de cada una”.
“Estoy en el momento y el lugar correcto”, es lo que siente Juli cada sábado, cuando llega al barrio y se encuentra con el grupo de mamás que participa de las actividades que los mismos voluntarios organizan.
Finalmente, no se olvida de destacar al grupo de voluntarios y resalta que “es multidisciplinario. Tenemos médicos, nutricionistas, maestras, psicólogas, comunicadores… y todos ellos hacen que Defensores de Mamás sábado a sábado funcione y sea un éxito”.
“Me gustaría que Defensores de Mamás sea una política de Estado, que sea un programa que dependa del gobierno y que, más allá de las cunas, las mujeres puedan volver a ser mimadas y cuidadas tal como lo merecen”.