"Sueña, y te quedarás corto"
Hace ya 2 años, Sofi Moro participa de Defensores de Mamás en Mar del Plata. Cuando transitaba los inicios de su carrera, Trabajo Social, se animó a dedicar su tiempo a este proyecto que iniciaba recientemente. Todo comenzó cuando un día, charlando con una amiga, salió el nombre de Frente Joven en la conversación: “Me interesó muchísimo lo que hacían, y tomé contacto” y recuerda a modo de anécdota que “al otro día, así de rápido, ya tenía una reunión programada para que me contaran bien lo que hacían. Quedé muy contenta y ese mismo sábado fui por primera vez al barrio para participar de un encuentro de Defensores de Mamas”.
Sofi recuerda como si fuera ayer, cada detalle de sus comienzos en Frente Joven “Me acuerdo que fue en la Salita de Salud de un barrio muy carenciado y que, como estudiaba Trabajo Social, me interesó más la parte en la que una psicóloga daba una charla a las mamás. Tomé nota y lo empecé a relacionar con una de las materias que justo estaba viendo en la facultad”.
“Me parecía genial ver cómo se aplicaba en personas concretas algo tan abstracto que venía escuchando desde la silla de un aula. Sentí que podía ser útil y que podía enriquecer el Programa desde lo que sabía como estudiante”.
-¿Y cómo siguió todo?
“Empecé a pasar en limpio algunas ideas, pensar nuevas cosas para hacer, planificar algunas actividades, en fin, darle forma a lo que al principio fue una charla de psicología y después se transformó en el Área Social del Programa”.
“Siempre me gustó mucho la prolijidad y el profesionalismo con el que se hacían las cosas en Frente Joven y como yo también soy muy detallista, me gustaba y me salía bien hacer las cosas así. Además valoraba un montón la confianza que me iban dando los coordinadores del Programa, porque me dejaban innovar, proponer cosas nuevas y tenían muy en cuenta mi opinión. Lo disfrutaba mucho y cada encuentro era un nuevo desafío”.
Cuando le preguntamos a Sofi cuál cree que es un gran aporte al proyecto nos contó que “si bien en un principio creía que mi aporte era mas bien individual, desde lo que yo aprendía en la facultad y podía aplicar al Programa, con el tiempo me fui dando cuenta de que el aporte lo hace uno como persona. No solo como estudiante o profesional, sino como persona”.
“No sólo tenemos saberes para dar y hacer que el Programa sea lo más profesional posible -lo cual es muy bueno que así sea-, sino que tenemos, lo que acá en Mar del Plata insistimos bastante, que es el vínculo. Poder estar para cada mamá, para cada bebé. Que ellos sepan que nos importan, y nos importa aprender de ellas, conocerlas, tratarlas, sonreirles, hacer chistes, ayudarlas lo mejor posible, dando lo mejor de nosotros”
"Te das cuenta que nuestro aporte vale la pena cuando ves nacer a cada bebé. Y cuando ves que cada mamá sonríe por ser madre y está feliz. Y lo que es mejor, te hace parte de su felicidad”.
“Y no hay que olvidar que este aporte lo hacemos junto con otros, en equipo. Porque para hacer frente a las grandes problemáticas de nuestra sociedad, es necesario formar buenos equipos, y eso es algo que aprendí en este último tiempo como directora de Programa”.
Como voluntaria, Sofi siente y sabe que su aporte es necesario para cambiar la realidad. Pero también, hoy ocupa un rol que además de permitirle conectarse con Defensores de Mamás, le permite coordinar un equipo de voluntarios que trabajan en este proyecto.
“Mi aporte actual no es sólo hacia las mamás y sus bebés, sino hacia aquellos con quienes, codo a codo, cada día decido construir una sociedad más digna. No sólo dirijo, sino que aprendo. Aprendo la importancia de conocer a cada voluntario, ver cuáles son sus talentos, confiar en ellos, tener en cuenta sus ideas, delegarles tareas, saber reconocer errores y disfrutar juntos de los aciertos... No es facil, pero es un lindo desafío”.
También, Sofi nos cuenta que en Mar del Plata hay una diferencia muy grande en el campo de la Salud entre el sector público y el privado. “Aquellos que tienen un trabajo que cubre una Obra Social/Prepaga o tienen medios económicos para pagar una, tienen un mejor acceso y atención de la salud. Las instituciones estatales en salud, si bien pueden tener muy buenos profesionales, no siempre cuentan con el presupuesto o los recursos necesarios. Los turnos y medicamentos son muchas veces insuficientes para tanta demanda, como asi también los CAPS (Centros de Atención Primaria de la Salud) no están presentes en todos los barrios”.
En este sentido, Sofi recuerda que la mayoría de las madres que han participado en estos años del programa Mi Primera Cuna, forman parte de este sector público y en muchas circunstancias ven vulnerado su derecho a un adecuado acceso y atención de la salud. “Pudimos dar cuenta de esto por medio de entrevistas realizadas a las madres, experiencias o quejas que ellas mismas nos cuentan”.
“Siento que se puede cambiar la realidad con lo que hacemos. En cada encuentro, cada madre recibe información sobre el embarazo y la maternidad, se conoce más a sí misma, conoce más a su bebe, intercambia experiencias con otras madres, comparte momentos con los voluntarios, charla de su vida, te cuenta cómo va su embarazo, incluso hasta se emociona y se larga a llorar. Ya eso es cambiar su realidad”.
Para Sofi, ir cada sábado al barrio es acercarse a las mamás, conocerlas, entenderlas y desde ahí, transformar la realidad porque siempre van a recordar haber participado y siempre algo bueno, por poco que sea, les queda y les sirve.
“Es posible que ayudar a una persona no cambie el mundo entero, pero sí puede cambiar el mundo de una persona”.
Cuando le pedimos elegir el mejor momento vivido durante esta experiencia, fueron muchos los que se le pasaron por la cabeza “el mejor momento no es uno, son muchos. Son cada uno de los momentos en los que una mamá aparece con su bebé. Te lo muestra. Te deja hacerle upa. Te dice, incluso sin decir ninguna palabra –porque se le nota en la cara- que es feliz de ser madre. Y lo que es mejor: te hace partícipe de esa felicidad”.
Cada proyecto tiene sus fortalezas, y Defensores de Mamás no es la excepción. En este sentido, Sofi destaca 3 grandes logros que ha tenido este trabajo que lleva ya más de 3 años en la ciudad: los vínculos, el trabajo en equipo y la formación.
“Es muy importante que se dé un buen vinculo con las madres. No siempre es facil, pero es escencial intentar que cada madre no sea sólo un nombre. Además, el proyecto no podría llevarse a cabo sin un equipo comprometido que quiera llevarlo adelante, y no sólo quiera, sino disfrute de hacerlo. Y finalmente la formación, porque intentamos ser lo más profesional posible y por eso nos esforzamos en brindar charlas con buen contenido teórico-práctico, acorde a la realidad de las madres y apuntando a sus necesidades reales”.
-¿Qué sentís cada sábado, cuando llegas al barrio y encontras a un grupo de mamás que están ahí, presentes para participar de las actividades que vos misma organizas?
Con una sonrisa y largando una carcajada, Sofi confesó “A veces siento vértigo. Que algo tan importante, como son las mamás y sus hijos por nacer, dependa en parte del aporte que hagamos como equipo, es no sólo algo lindo, sino algo serio. Cada cosa que se le dice o cada experiencia que vive la mamá en el encuentro, repercute en su vida. Por eso nuestro mayor compromiso es ser profesionales en lo que hacemos”.
Pero no solamente siente un gran compromiso cada sábado, sino que además, disfruta con alegría de los momentos que comparte con las mamás “Me pone muy contenta ver cómo el esfuerzo de tantos días de preparación, se traduce en una ayuda concreta: las mamás disfrutan del desayuno, se sienten identificadas con las charlas, hacen preguntas y pueden despejar dudas, tienen más acceso a los controles básicos de salud, entre otras cosas. Me pone contenta porque es un nuevo desafío, donde no sólo puedo ayudarlas yo a ellas, sino que puedo aprender de ellas. Y siempre me voy con ganas de volver a verlas”.
“Si sueño y pienso en el futuro de este proyecto, imagino un Defensores de Mamás extendido por todos los barrios de mi ciudad, donde haya mujeres jóvenes en situación de riesgo. Donde haya mujeres que nos necesitan. Imagino muchos equipos de trabajo, perfeccionándose cada día para brindar este apoyo con más profesionalismo”
También nos contó que le gustaría trabajar para la creación y el desarrollo de una Comisión de Investigación que permita avanzar en el estudio de la mortalidad materno-infantil de nuestra ciudad, y que tenga publicaciones e influencia en relación a esta temática.
"Imagino que el proyecto sea valorado y reconocido por las instancias estatales de nuestra ciudad, y que lo tomen como referente para la confección y aplicación de políticas públicas, permitiendo avances significativos en materia de salud.
Y si voy más allá, imagino una sociedad donde, un día, no sea necesario que exista Frente Joven”